La presente monografía está dedicada a la zarzuela Coronis, una de las mejores obras escénicas españolas de los siglos XVII y XVIII. A pesar de su importancia, tan solo ha llegado a nosotros una partitura anónima, sin que podamos acudir a documentos o a testimonios directos de la época a fin de aclarar quién es el poeta, quién es el compositor, cuándo se interpretó y quiénes fueron los encargados de su representación. A dilucidar, en la medida de lo posible, algunas de estas incógnitas está dedicado el presente libro. Se argumentará, entre otras cosas, que Coronis es una composición de Sebastián Durón (1660-1716), un autor clave en el tránsito de la España de los Austrias a la España de los Borbones, y que se trata de una zarzuela totalmente cantada.
En la zarzuela se ponen en escena dos tramas relacionadas entre sí a través del personaje principal, Coronis: por un lado, se escenifica la historia del monstruo marino Tritón enamorado de la ninfa Coronis, que le rechaza; por otro lado, se escenifica la lucha entre los dioses Neptuno y Apolo por conseguir los cultos de Flegra. Aunque al final de la primera jornada Neptuno sale vencedor en la lucha, Apolo es quien consigue finalmente los cultos. Siguiendo un decreto de Júpiter, Coronis tiene la responsabilidad de elegir el dios tutelar de la región, y elige a Apolo como agradecimiento por haber acabado con el monstruo Tritón.
Este argumento cobra pleno sentido si se interpreta dentro del contexto de la Guerra de Sucesión que enfrentó a los Habsburgo con los Borbones por el control de la Monarquía Hispánica. La zarzuela Coronis es, por tanto, un testimonio de la «guerra civil cortesana» que tuvo lugar en la corte madrileña entre los años 1704 y 1707, un conflicto en el que diferentes partidos trataron de influir en los ánimos del rey Felipe V, aspirando a determinar la dirección de la Corona.